Casas en los árboles de los Korowai: viviendas a gran altura en tribu de caníbales

casa alta en los árboles de la tribu korowai

Caníbales reales y una historia de espíritus:

Conocidos sobre todo por ser una de las últimas tribus que practicaron el canibalismo en el mundo, los Korowai de Papúa Nueva Guinea (en el continente de Oceanía), vivieron en un aislamiento total, hasta que permitieron su contacto por primera vez con misioneros holandeses en la década de 1970. Antes de esa época los miembros de la tribu consideraban que la gente de afuera eran demonios.

Pero mientras que la tendencia tribal del canibalismo fue el aspecto que más dio a conocer la prensa sobre sus costumbres, los Korowai tienen otro rasgo cultural para destacar: son los fantásticos arquitectos de imponentes casas construidas en los árboles, o sostenidas por largas bigas y varas de hasta 35 metros de altura.

Razón de las casas elevadas:

Esta arquitectura única protege a las familias de los mosquitos que se encuentran a la altura del suelo, las inundaciones, los animales depredadores, el humo de las hogueras que realizan en el piso y los vecinos molestos junto a los malos espíritus, según la tribu.

Las casas en los árboles se construyen en los claros, junto a grandes árboles seleccionados de Banyan o Wanbom, y aunque algunas poseen grandes alturas, la mayoría se levantan sólo a 8 y 12 metros de altura, y no siempre junto a un árbol, sino solamente apoyadas sobre fuertes varas y columnas.

Las viviendas de la tribu Korowai se construyen para albergar de 10 a 12 personas de una misma familia.

En imágenes: 

casa sobre varas a altura media de la tribu korowai

casa sobre varas a altura media con matas de plátano alrededor

casa en el árbol a altura considerable de la tribu korowai

una persona sube las escalas de madera hacia la casa del árbol

persona sube una larga escalera de madera hacia una casa en las alturas

casa en el árbol de gran altura vista desde abajo

casa en el árbol de gran altura vista desde el aire

Canibalismo en la tribu:

Para los Korowai, el canibalismo que practican es parte de un ritual crucial para mantener a los miembros de su tribu a salvo de un demonio llamado el khakhua. El khakhua es un brujo, un espíritu que se disfraza como un amigo cercano o miembro de la familia de su víctima elegida. 

Una vez que la víctima está dormida, el "brujo" empieza a devorar sus entrañas y lentamente mata a esa persona. Si el miembro de la tribu susurra un nombre en su último aliento, le está diciendo a los que deja atrás el nombre de la khakhua que lo devoró. Esa persona nombrada ahora ya no será vista como persona, sino como un demonio. 

El "khakhua" es asesinado con una flecha de hueso mágico, elaborada de los huesos de un ave nativa de gran tamaño, y tallada con púas profundas a lo largo de cada lado de la punta de la flecha. 

Una vez muerto, el khakhua es desmembrado y cocinado de la misma manera en que se cocina un cerdo, un alimento básico en la dieta. 

Es importante distinguir que los Korowai no creen que se están comiendo una persona, sino al khakhua. Para ellos este canibalismo es la justicia, vengando así la muerte de su otro familiar devorado por el espíritu, se sirven sin importar quién era la persona.

Como dato importante:

En 2006, un grupo de periodistas se fueron a la selva a documentar las vidas de estos "últimos caníbales", lo que se convirtió en una historia muy disputada. Algunos antropólogos y lugareños insisten en que el sensacionalismo de la historia tiene sus raíces más en los periodistas occidentales que desean ver nativos caníbales salvajes, y argumentan que el canibalismo no se ha practicado allí en al menos 20 años. 

un hombre de piel oscura de la tribu korowai sube hacia la casa en el árbol


Por Descubre tu Mundo

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