Hallan cola con plumas de dinosaurio en ámbar | Increíblemente bien conservada


Una cola de dinosaurio maravillosamente conservada, con plumas aún unidas al hueso, se ha encontrado en un trozo de ámbar

No es la primera vez que unas plumas se hallan atrapadas en ámbar, pero es la primera vez que los investigadores pudieron atribuir definitivamente que se trata de 
una parte de dinosaurio. El descubrimiento proporcionará una inestimable visión de cómo las plumas de los dinosaurios se veían y evolucionaban, algo que nunca hemos podido aprender de los fósiles.

"Se encuentran una vez en la vida", dijo a CNN Ryan McKellar, uno de los investigadores del Museo Real de Saskatchewan en Canadá. "Los detalles son visibles en tres dimensiones".

Dónde la hallaron:

Sorprendentemente, la pieza de ámbar se encontró en un mercado en Myanmar el año pasado, donde se estaba vendiendo como un simple pedazo de ámbar con material vegetal.

La investigadora Lida Xing, de la Universidad China de Geociencias de Beijing, reconoció inmediatamente que habían plumas en el interior y se unió a McKellar para aprender más sobre el espécimen único.

Current Biology
¿A qué dinosaurio pertenecía?

Utilizando una microscopía detallada y un escáner de tomografía computarizada, el equipo predijo que la cola pertenecía a un celurosaurio joven, una familia de dinosaurios carnívoros parecidos a los pájaros que vivieron hace 99 millones de años durante la era cretácica.

Esqueleto Reconstruido de un celurosaurio

Estas son las primeras plumas de un dinosaurio no aviar que se encuentran preservadas en ámbar.

"El nuevo material conserva una cola que consta de ocho vértebras de un dinosaurio joven, estas están rodeadas de plumas que se conservan en 3D con detalles microscópicos", comentó McKellar en un comunicado de prensa.

"Podemos estar seguros de la procedencia porque las vértebras no se funden en una caña o pigóstilo como en las aves modernas y sus parientes más cercanos, en cambio, la cola es larga y flexible, con quillas de plumas por cada lado".

En otras palabras, las plumas definitivamente pertenecen a un dinosaurio, no a un pájaro prehistórico.

El equipo ha apodado al joven celurosaurio "Eva", y en el momento de su muerte habría sido del tamaño de un gorrión - pero plenamente crecido habría sido un poco más pequeño que un avestruz.

La familia a la que pertenece está estrechamente relacionada con comedores de carne como el T. rex y el Velociraptor, pero Eva era algo más esponjosa. 

El análisis de las plumas sugiere que la cola tenía una superficie superior marrón castaño y un lado inferior blanco o pálido.

Current Biology

Más allá del hallazgo:

Curiosamente, las plumas pierden un eje central bien desarrollado, también conocido como un "raquis". Esto podría ayudar a responder a una de las preguntas más antiguas en la evolución de las plumas: ¿las plumas comenzaron rígidas y puntiagudas con un eje central, o eran originalmente esponjosas y flexibles?

Es una pregunta importante, ya que los investigadores piensan que, sin ese eje central, el vuelo no habría sido posible.


El nuevo descubrimiento sugiere que fueron primero unas plumas flexibles, pero necesitaremos encontrar plumas mucho más conservadas de la era para examinarlas y decirlo con más seguridad.

El equipo también estudió la química del espécimen donde fue expuesto en la superficie del ámbar, y demostró que la capa de tejido blando alrededor de los huesos tenía restos de hierro ferroso - son los restos de hemoglobina de la sangre de Eva que también estaba atrapada en la muestra.

Qué sigue:

La esperanza ahora es que el equipo encuentre más de estos restos atrapados en ámbar - y tal vez incluso un día un dinosaurio parcial o completo - para ayudar a complementar todas las cosas increíbles que hemos aprendido acerca de los dinosaurios en los registros fósiles.


La investigación ha sido publicada en Current Biology


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